Capítulo XXXIII

21 de julio de 1808

Camino a Sevilla

Al Comandante haitiano Isidro Prud´Homme le nace su primer hijo, un varón al que llamará Pedro y tiene la buena suerte de que casi de inmediato le encomienden una labor secreta que lo alejará de los llantos y pañales del recién nacido. Como un aliciente más, en la misión de espionaje para conocer las defensas de la ciudad, le acompañará un amigo de la infancia con el que ha compartido grandes aventuras galantes, el Comandante de artillería Henrí Pierret. Ambos han sido escogidos para la misión porque al ser mulatos, se pueden hacer pasar por comerciantes de Jamaica deseosos de volver a su isla del Caribe.

En su viaje de trabajo a una Sevilla a la que el ejército napoleónico no ha llegado aún, ambos amigos pretenden ampliar sus conocimientos en dos áreas muy diferentes: Pierret quiere conocer a fondo a las mujeres sevillanas y Prud´Homme encontrar datos precisos de si el Fuerte de la Navidad de Colón pudiera haberse asentado en las tierras que su padre una vez compró a un tal Conde de Grasse-Tilly. Ambos militares mulatos y haitianos, comienzan a comprender que servir al Emperador no los hace más franceses.