Mahatma Gandhi después de sufrir el atentado que acabaría con su vida, habla con su amigo Sri Pandit Nehru sus ultimas palabras.

-Pero hijo: ¿Cómo querías que me pusiera el chaleco antibalas debajo de mi sencillo traje de trapo? ¿Tú sabes lo ridículo que me hubiera visto envuelto en una sábana con ese mazacote debajo?… Y las huelgas de hambre: ¿Tú crees que así de rollizo los jodidos ingleses se iban a creer lo de las huelgas?


El enfermo de la isla de Cos en Grecia, contando a su mujer su visita al médico. La esposa se interesa por la opinión del facultativo que le ha visto pues teme que su marido tenga los días contados.

-No, la consulta fue muy bien. Mi vida no corre peligro. La verdad es que al gran Hipócrates le cayó en gracia el adorno ese que me ha salido… Hasta le bautizó y todo: le llamó Hemorroides, así, con hache.