El nuevo presidente de los Estados Unidos pide que le reúnan al personal de servicio de la Casa Blanca en pleno, para decirle algunas palabras.

Los de protocolo han gastado tres horas en meter a los empleados de la presidencia Obama en el hall de Lincoln, por orden de antigüedad, y esperan el discurso del nuevo inquilino.

Cuando al final llega, el nuevo presidente no pierde el tiempo, esperando a duras penas a que termine la musiquita presidencial y los aplausos de los convocados para hablar como gran jefe, tal y como hacía en los programas de realities de la televisión:

– All of you are fired, mother fuckers! -dice abriendo y cerrando las manos y poniendo morritos y si por si hubiera mexicanos camuflados entre los sirvientes, agrega-Mantendremos los puestos de trabajo pero a ustedes les mandaremos a saltar el muro; ahora saltando de aquí para allá. ¡A ver cual cae más lejos, chamacous!…That´s it!